La comida latinoamericana, reconocida en el mundo por su particular sazón, forma parte de las expresiones culturales más tangibles en diversas ciudades de la región.
Particularmente el Perú ha sabido explotar el milagro culinario. Por ello es aquí, en Lima, donde se realiza la feria gastronómica más importante de Latinoamérica: Mistura.
Y si hablamos de comida peruana, lo primero en mencionar es el cebiche, y aquí es donde llegamos a la anécdota lingüística.
¿En cuántas formas puede escribirse una misma palabra? La pregunta en sí misma suena ya extraña, pues bien sabemos que todas las lenguas poseen una serie de reglas de ortografía con las que la mayoría de sus vocablos son elaborados. Sabemos también, que siempre existirán los casos muy particulares, excepciones a la regla con los que habrá que lidiar.
Pues el nombre del platillo bandera del Perú puede escribirse de 4 formas, todas válidas: Cebiche, Ceviche, Seviche y Sebiche.
Según la RAE, cebiche es el nombre de cualquier plato elaborado con pescado en trozos y adobado en jugo de limón o naranja agria, cebolla y ají. Las diversas maneras en las que se puede escribir su nombre tienen de manera individual una teoría que la explica.
Es así que CEBICHE se originaría en la palabra cebo, forma despectiva o diminutiva de llamar a las comidas, empleada en el siglo XVI (Federico More). A esto se le habría añadido el sufijo mozárabe -iche (Martha Hildebrandt, Diccionario de Peruanismos).
La RAE por su parte lo relaciona al término escabeche, con la que se denomina a los platos sazonados en ácidos (como el vinagre).
Por otra parte SEVICHE sería una palabra de origen quechua originalmente pronunciada como siwichi, que significa pecado fresco (Javier Pulgar Vidal).
Una teoría bastante conocida apunta que SEBICHE vendría de sea beach, pues de este modo los marineros ingleses pedían este platillo en los puertos peruanos.
Por último CEVICHE podría tener su origen en el término árabe sibech, que era un plato hecho de pescado mezclado con jugo de naranja agria (Juan José Vega).
Todo esto nos permite a la vez resaltar la riqueza de los idiomas, en este caso el español. El mismo se ve influenciado por diversas culturas (aquí mencionamos al quechua y el árabe) los que enriquecen su vocabulario. Y en este caso la riqueza se materializó en un delicioso plato de comida.
Buen trabajo y buen provecho.
Rene Vidal
Project Manager en SMG America